
¿Cómo combatir el estrés?
El cuerpo es sabio y utiliza diferentes mecanismos de defensa para soportar determinadas situaciones que entiende como amenazas. Uno de ellos es el estrés, que no deja de ser un mecanismo normal. El problema viene cuando este estado se mantiene por tiempos prolongados, y es entonces cuando se debe buscar ayuda de un psicólogo.
¿Cómo funciona nuestro cuerpo?
El cuerpo responde ante estas situaciones con aumento de la presión arterial, de la adrenalina, en el nivel de glucosa en sangre, tensión muscular, etc. Estos son mecanismos que sirven en condiciones normales para soportar amenazas de corto plazo. Pero siempre y cuando sea por tiempos cortos, otra cosa muy diferente es que se mantenga en el tiempo.
El estrés es la reacción ante aquellas situaciones que causan ansiedad o preocupación. Pero ¿podemos o sabemos enfrentar las situaciones que lo provocan?
El estilo de vida actual es desencadenante de un sinfín de estas situaciones estresantes. Pero el estrés no tiene por qué ser malo, sino que es la primera reacción que tiene el cuerpo y que le prepara para esas situaciones difíciles. Lo malo, lo nocivo de esta situación, es el no saber cómo manejarlas si acaban prolongándose en el tiempo. Y aquí es donde entra en juego Psicología Yeste para enseñarte a enfrentarlas y convertirlas en un medio de aprendizaje y fortaleza.
Pero ¿cuáles son las señales más frecuentes del estrés?
A nivel emocional se manifiesta ansiedad, irritabilidad, miedo, fluctuación del ánimo, confusión o turbación.
Los síntomas cognitivos se reflejan en una excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, olvidos, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos, excesivo temor al fracaso.
También tiene su reflejo en lo que a conducta se refiere: tartamudez u otras dificultades del habla, llantos, reacciones impulsivas, risa nerviosa, trato brusco a los demás, rechinar los dientes o apretar las mandíbulas; aumento del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas; mayor predisposición a accidentes; aumento o disminución del apetito.
Y a un nivel físico: músculos contraídos, manos frías o sudorosas, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, perturbaciones del sueño, malestar estomacal, gripes e infecciones, fatiga, respiración agitada o palpitaciones, temblores, boca seca.
Si padeces estos síntomas entonces no dudes en visitarnos nuestro Gabinete de Psicología Yeste.