
Sexo en parejas felices.
Hay ciertos temas recurrentes en la terapia de pareja. Entre ellos está ¿Cómo es el sexo en parejas felices? Previo a llegar al sexo se debe sopesar si vale la pena llegar allí o mejor seguir buscando una pareja sexual con la que tener una relación plena. Ya que la sexualidad implica también un alto nivel de intimidad y conexión. Cuidar a tu pareja fuera de la cama es una condición imprescindible para mantener un buen sexo.
Los previos mínimos para asegurarte sexo feliz son:
Comunicación
Una sana intimidad con otro/a obliga a mantener una conversación fluida sobre qué te gusta y qué no en el terreno sexual. Para comunicar a otro necesito previamente conocerme. Explorarme sin nadie, a solas. Eliminar tabúes sobre qué debe gustarme o no. Asegurarme qué es lo que me gusta primero en soledad. Ya que cuando estás con otros es fácil despistarme de mis prioridades sexuales. A la hora de hablar de mí debe hacerse sin segundas intenciones, claro, breve y conciso. Que no lleve a error de interpretación del otro.
Respeto
Es imprescindible en cualquier relación. Amar, cuidar a otro en el sexo es imprescindible. Ya que si amas a otro te estás amando a ti mismo en ese momento. El respeto obliga a estar conectado con el propio cuerpo para poder posteriormente conectarme sexualmente con el otro. Tan importante es que me hagan feliz como hacer yo feliz al otro. Por igual.
Intimidad
En este punto son importantes los valores. Serme fiel en mis prioridades sexuales y buscar a alguien que tenga gustos parecidos es imprescindible. En este punto cobra relevancia la química. Sin ella podrás trabajar todos los ejercicios de intimidad habidos y por haber que no conseguirás llegar a la plena satisfacción.
Cómo es el sexo en parejas felices:
Llegó la hora de enumerar los hábitos sexuales que tienen las parejas felices. Estos son:
- La frecuencia con la que tienes relaciones con tu pareja es importante. Los dos deben conocer cada cuánto tiempo se mantienen relaciones sexuales, tener claras las expectativas. Cada pareja es un mundo en este sentido. Cuidar mucho de No convertir el sexo en un intercambio de poder. Significaría apagar la llama poco a poco convirtiendo algo sano y divertido en una moneda de cambio tóxica. En ese caso se deberían tomar decisiones.
- Cuanto más satisfactorios sean los encuentros correlaciona con mayor frecuencia en mantener dichos encuentros. La prioridad es buscar pasarlo bien con pequeños gestos y centrarse sólo en el lado positivo. Imagínese que es amante de los perros y le gusta acariciar su barriguita. Por muchas veces que repita ese gesto si lo hace con ilusión y disfrutando del momento siempre será una actividad agradable que además comparte con ese animal. Con el sexo es igual. En la práctica de cierta acción sexual, si estás centrado en disfrutar y al 100% en ese momento, aumenta la probabilidad de que se repita esa conducta.
- El tiempo invertido en el sexo no se restringe al momento sexual. Debe haber cierta tensión en cualquier encuentro. El sexo en parejas felices incluye miradas cómplices, buscando conectar con el otro. En momentos del día que no son sexuales pero que preparan el terreno. Mantener la llama ardiendo hasta que sí se puede practicar lo que se mantuvo en ilusión a lo largo del día.
- Compartir fantasías sexuales: Para que dos lleguen a verdaderos acuerdos se deben compartir fantasías sexuales. Pueden ser imaginarias o reales. Lo interesante no es “el qué” sino “cómo” practico esa fantasía sexual. Cuando se comparte entre dos suele ser otro motivo para pasarlo bien juntos. Compartir no significa decir “Si” siempre y a todo. Solo se juega con las reglas que se establecen entre los dos.
- Romper tabúes: Ellas deben romper con el miedo al sexo oral o con tomar la iniciativa. Saber mover las caderas, la respiración o manipular su clítoris, es su responsabilidad. Ellos deben romper con el peso de “ser responsables del orgasmo de ella” y además el punto G está ahí, atrévete a explorar. Si no flexibilizamos ideas mentales limitantes luego no nos quejemos de la rutina.
- Si algo no le gusta no insistir: Si no tienes ganas es mejor decirlo que mantener sexo sin ganas. Ya que sería una falta total de coherencia. Imagina que tienes una o varias fantasías sexuales que no compartes con tu pareja. No las vas a practicar. Depende de ti hacer que el sexo sea divertido en otros aspectos. Pero si no lo consiguieras y tu satisfacción fuera disminuyendo, hazte cargo de tus necesidades. Una conversación sincera puede ampliar repertorio de forma consensuada. O ayudarte a tomar decisiones sobre si merece la pena mantener esta relación sexual poco satisfactoria.