Terapia individual

Entrenar el amor propio.

¿Y si resulta que todas las respuestas que estás buscando están en tu interior, sólo que buscas de la forma equivocada? Tener amor propio es algo que se puede entrenar. Como todo, es algo a practicar para integrarlo en una forma de ser acorde y coherente con lo que somos. Máxime si tenemos relaciones conflictivas, no te sientes comprendido o no funcionan como te gustaría.

Los pasos para entrenar el amor propio son:

Recuerda que nadie te podrá ayudar en este sentido, lo que le va bien a uno para otro no es relevante. Recorre el camino, o cambia de senda y busca tu forma.

Respetarse uno mismo.

Comienza en tu interior. Lleva la energía para adentro, tus necesidades, inquietudes, sueños. El criterio a seguir es el tuyo, si preguntas a otros externos a ti te darán su versión, pero esa no es la tuya, solo te servirá para liarte más y más en las posibles opciones a tomar, antes de tomar una decisión. Sólo en tu interior encontrarás la respuesta, tu criterio. Evita poner la responsabilidad en el exterior, en otras personas, acontecimientos o circunstancias. Cuando te veas mirando fuera debes reconectar con tu interior y volver a recordar, lo importante para ti. Por muy buenas intenciones que tengan otros recuerda no darles el poder de decidir sobre tu vida o decisiones. Cuidado con el autodesprecio, auto boicoteo, negatividad, autoexigencia… desde allí no hay respuestas.

• Conoce tus límites infranqueables:

Para cada uno es importante lo que le importa. Lo que te importa a ti, otra persona lo juzgará. Si no conoces tus límites no estarás preparado para cuando la vida te dé la oportunidad de decirle al otro que por ahí el camino está cortado. Si te notas rabioso al pensar en tus límites es que lo haces desde tus miedos y necesidades. Te estás identificando con tus miedos y no con quién eres realmente. Si te importa sentirte libre e independiente, seguro, amado, valorado, poderoso, tranquilo…. Intenta no juzgarte a ti mismo y simplemente acepta que lo que te importa, te importa. Una vez que sabes lo que quieres te resultará muy fácil parar a otros si percibes que están traspasando la línea roja. No uses las defensas o la agresión. Los límites simplemente deben ser respetados por ti, con el mayor amor que te seas capaz de dar. Recuerda que es mucho más cómodo mirar para otro lado y evitar el amor propio. Ejemplos de la falta de entrenamiento en el amor propio son: comer mal, hábitos de sueño cambiantes, exceso de trabajo, medicamentos, alcohol… En definitiva, cualquier conducta evitativa. Otra forma de no poner límites, es hablarte en negativo, contarte historias de ti mismo que te duelen, o poco realistas, buscar el control. Buscar fuera de mí el apoyo que sólo yo puedo darme, ya sea en búsqueda de sentimientos, relaciones o personas. Hay muchas formas de faltarte el respeto más o menos sutiles.

Practica el amor propio:

Desde la triada de la comunicación: no verbal, la verbal y la forma en que te hablas a ti mismo. Con el exterior será más fácil ya que sólo requiere compromiso contigo mismo. Pero parar los mensajes negativos que nos lanzamos y crear otras creencias más acordes con nuestra realidad es un proceso de autoconocimiento. Darnos permiso para avanzar desde la autenticidad, la verdad y el amor es una tarea que debe ejecutarse, comprobarse en el mundo real, practicarla. Se trata de que el exterior sea acorde con el interior. Repite y entrena e interioriza tu verdadera esencia con humildad y honestidad, desde tu verdad y el amor que te mereces recibir de ti mismo. Sin exigencias, ya que todo forma parte de un proceso. Tal vez sea más relevante soltar y dejar ir que intentar que las cosas salgan a nuestra forma.

La guía más efectiva para saber si estamos queriéndonos en positivo es mirar a otros, cuando les ponemos límites, hacerlo con auténtico amor y cuidado de no dañarles a la vez que somo enérgicos con nuestra verdad, claros y concisos. Darnos a conocer sin buscar la aprobación exterior, es más, a pesar de los miedos a que el otro nos rechace o no nos entienda.

cabeza de león con mirada felina sobre fondo negro

El poder está en el interior.

Te propongo hacer un viaje hacia el interior y encontrar allí todo tu poder, que está al alcance de la mano. Máxime en estos tiempos convulsos en los que se tambalean todos los cimientos de control y falsa estabilidad. Pregúntate si lo que pasa es que no estás dejando que lo que es “sea” Es como si te agarraras a una idea de cómo deben funcionar las cosas. Eso mismo es lo que te mantiene en sufrimiento.

Es fácil decirlo, pero no tanto ponerlo en práctica. Eso de soltar, de fluir con lo que es. Aceptar las cosas como son y no resistirnos cuando no suceden como nos gustaría.

El camino del poder infinito:

Os propongo seguir un camino en varios pasos para llevar la teoría a la práctica y comprobar cómo puede formar parte de mi experiencia de vida. Hacerme cargo de que mi vida es sólo y únicamente responsabilidad mía.

Atención al momento presente:

¿Estoy llevando el foco de atención a lo externo? ¿Qué poder hallaré allí? Busco la aprobación de los demás, objetivos externos de dinero, conseguir cosas materiales, relaciones con otros… Allí solo encontraré ausencia, de lo que no hay, no es una buena clave para quererme Todas aquellas cosas que faltan por conseguir, una larga lista de tareas, esfuerzo. Allí sólo encontraré los “tengo que…” activados, que nos aconsejan el camino fácil y conocido.

En lugar de ello, llevamos la atención al interior, en soledad, en silencio. Desde el agradecimiento de lo que ya hay en mi interior. Todos los recursos que me permiten estar donde estoy y llevar a cabo mis objetivos. En cuanto miro dentro escucharé mi discurso interno de cómo me gustaría que fueran las cosas.  Podré notar todo el desajuste que hay con respecto a la realidad.

Para parar ese discurso victimista te propongo que te centres en el momento presente. ¿Qué siento en mi cuerpo ahora? permítete notar los pensamientos desde un lugar de observación en el cual no hay juicios. Allí lo que encuentro son sensaciones, sonidos, propiocepción, tacto, temperatura. Es más, la experiencia puede llegar a ser realmente reveladora. Llegar a conectar con una parte muy íntima tuya, de verdad y honestidad. El único momento de poder es el presente.

Aceptación el interior como es:

Es lo contrario de resistencia. Pregúntate si lo que te duele es que la realidad exterior no encaja con la idea que tú tienes sobre cómo deberían estar las cosas. Allí no te sientes poderoso. Hay resistencia a la pérdida, la injusticia, la ira, la tristeza. Sólo sufrimos en aquello que nos resistimos. La resistencia al cambio es tener miedo a vivir una realidad en toda su plenitud siendo responsables de nuestra parte al 100%.

Nos da más miedo vivir en la plenitud que en la carencia, por comodidad. La experiencia sólo es mi interpretación de cómo son las cosas que me afectan. No puedo ver la realidad si sólo vivo desde mi perspectiva, mi prisma, mi visión de cómo funciona el mundo. Eso no es la realidad. La invitación no es a resignarse o autoconvencerse de que con esto me debe ir bien. Aceptar se parece más a soltar y conectar con ese poder interno que está a mi alcance en cuanto voy.

Creencias que limitan nuestro poder:

El poder está en el interior, a pesar de mis creencias. Mi experiencia de vida en multitud de ocasiones me permite saber esto. Alguna vez pensaste “no aguanto más”. Y ¿Qué paso al segundo siguiente? Ahí estabas, aguantando. Hay infinitos ejemplos de que la experiencia supera nuestros pensamientos. No nos regimos por nuestros pensamientos pero es importante conocerlos y asumirlos como parte mía. Es un trabajo de autocompasión.

En este punto es importante no limitar los valores. Al contrario, se trata de poner en tela de juicio ideas arraigadas que te impiden expresar tus valores, lo que realmente te importa. Por el hecho de seguir ciertas ideas irracionales como que haga lo que haga siempre terminará mal, o que si me porto bien al final los demás me querrán. Cuida mucho de seguir premisas en positivo, desde la abundancia ya que muchas de estas creencias están basadas en los miedos, soledad, necesidades.

Reconocer esas creencias limitantes es el primer paso para luego practicar el desapego, el soltar, dejar ir. Dejar de vivir en lo ilusorio para entrar en una vida intensa y real, comprometida con quién eres y cuál es el siguiente paso a dar. Lo que no es, no es. Por mucho que te agarres a tu plan mental. Esa ilusión sólo está en tu mente. Esa no es la realidad.

En resumen, sólo tu percepción de las cosas, la vida, el mundo es lo que te hace experimentar la vida como la experimentas. Si algo no te alcanza para ser feliz está en tu mano cambiarlo. Si notas que tus miedos se están adueñando de la situación es momento de callar la mente´, sacar tu poderío y practicar una y otra vez. Volver al cuerpo, al presente, a lo importante. Que el poder esté en el interior significa reconectar con lo que eres Recordar que todo lo que necesitas en este segundo vital ya lo tienes delante. Sólo depende de ti hacerlo visible, primero por y para ti y posteriormente para compartir tu dicha con el resto.

Vivir en soledad el confinamiento.

A varios millones de personas en España les ha tocado vivir este confinamiento en soledad, no siempre elegida y deseada. El hecho de pasar tanto tiempo solos en casa, sin poder relacionarnos como veníamos haciendo fuera de casa nos obliga a reinventar nuevas fórmulas de adaptación a esta situación.

Hay que destacar que vivir solo no siempre implica sentirse solo ya que con los medios de comunicación actuales es fácil estar conectados. De forma que podemos, si queremos, estar conectados todo el día y disfrutar de conversaciones placenteras con los seres queridos, amistades y conocidos.

El reto que tienen los solitarios, independientemente de la situación actual de reclusión, es llevarse bien consigo mismos. Es decir, conseguir ser esa persona con la que les gusta convivir.

Cómo vivir en soledad el confinamiento:

Retomar viejas amistades olvidadas o conversaciones pendientes para acercar posturas puede cargar pilas y quitar piedras de la mochila psicológica.

  • Autoconocimiento para vivir solo:

Atreverse a entrar a conocer los propios miedos y necesidades desde su verdad. Sin máscaras ni convencimientos que se caen a la vuelta de la esquina.

Vivir en soledad el confinamiento requiere valentía de querer enfrentar esas sensaciones. Lo importante es conocer los límites propios, aceptarlos y ajustar la conducta a las necesidades reales. Ser capaz de sentirse uno vulnerable desde su fortaleza.

También habrá algunos temas de conversación que deberemos vetar para mantener nuestra salud psíquica indemne. La cuestión es centrarnos en seguir una rutina de actividades dirigidas al cuidado propio.

  • Cuidarse es en soledad:

Se refiere tanto a la alimentación, el ejercicio físico, las horas de sueño y calidad de este, Requiere un compromiso con uno mismo para cuidarse. independientemente de las circunstancias externas.  Se trata de ser capaz de priorizar sobre el cuidado propio.

Un buen descanso y la actividad física ayudan a mantener la mente más calmada. También aumenta el locus de control interno, centrarnos en lo que depende de uno y responsabilizarnos de nuestra salud mental. Es algo que solo puede hacer uno mismo.

  • Trabajar la aceptación, no la resignación.

Encontramos en una situación de soledad no es ni bueno ni malo. Dependerá de lo que hagamos cada uno con ello. De esta forma, si se te hace cuesta arriba, que a ratos se hará. Sólo hay que recordar que el reto es aceptar la situación tal cual es, sin maquillar, sin sueños de un futuro diferente o recuerdos de un pasado mejor.

No tener la necesidad de cambiar nada hará posible conocer a ese otro “Yo” interior. El cual siempre me acompaña y me susurra hacia dónde dirigir los pasos. Ese sabio paciente y tolerante que me permite ser Yo.

También es cierto que tarde o temprano, a lo largo del día, te encontrarás contigo mismo sin otra cosa que tu propia compañía.

  • Soy responsable de mi salud:

Tanto física como mental. Es decir, hacerse uno consciente de ello cada día nos pone en una situación de actividad, de movimiento hacia adelante, de compromiso con uno mismo. Eso nos sirve para tolerar los tiempos inciertos en los que nos toca vivir en este momento.

El entrenamiento en usar los recursos internos para sobrellevar cualquier adversidad y mostrar resiliencia es un proceso constante. El cual requiere tiempo y constancia.

  • Pide ayuda:

No dudes en pedir ayuda si te sientes perdido o angustiado, si te ha tocado vivir alguna situación para la que nadie está preparado.

Hemos respondido como sociedad de forma solidaria y es momento de compartir y apoyarnos. De forma que el que pide ayuda lo hace desde su parte fuerte, que quiere ayudar a su parte debilitada.

Vivir en soledad el confinamiento hace necesario elegir con quién hablamos y con quién no. Qué información filtramos y cantidad de ella.

Desde Psicología Yeste aprovechamos para ayudar a los afectados de covid-19 de forma gratuita. Y agradecemos todos los esfuerzos de una sociedad unida ante la adversidad.